«Yo no te hago la web»

Probablemente muchos dirán que estoy loco, pero esta respuesta es la que doy a muchos de mis clientes cuando me piden presupuesto.NUEVA WEB NGH FARMACIA

Me dedico a la consultoría tecnológica, programación a medida y diseño de páginas web de comercio electrónico desde hace más de 20 años y la mayor parte de mis clientes son en realidad, más que clientes amigos, partners, stakeholders y “compañeros de viaje”.

Palabras como aconsejar, orientar, guiar y ayudar están en mi ADN de consultor de negocio y cuando no lo veo, no lo veo. Decir NO es muchas veces el mejor consejo que le puedo dar un cliente potencial.

Mi experiencia me dice que los clientes, (en la mayoría de los casos), tienen un concepto equivocado de lo que significa desarrollar o implantar una página web de comercio electrónico y todavía más cuando hablamos de cómo se posicionará y cómo tiene pensado vender o en qué canales lo hará. La mayoría vienen, con la idea preconcebida que esto consiste en poner la web en marcha, agregar unas cuantas categorías con cuatro fotos y ya está; ahora ya van a entrar pedidos sin hacer nada. También veo en muchas ocasiones clientes con prisas de iniciar su andadura online porque llegan ya tarde y han visto que la competencia ya vende en internet y quieren hacer algo parecido movidos por esa “envidia” de los negocios que, por otra parte reconozco, tanto beneficio progreso y desarrollo está dando a nuestra sociedad.

Una tienda online es como montar un negocio nuevo, es una extensión de nuestro negocio físico que hay que cuidar y mucho; la diversidad de cliente es enorme, sus gustos, sus preferencias y sus hábitos de consumo son de todo tipo y no tenemos la ocasión de conocerlos en persona como aquéllos que entran por nuestra tienda. Consiste en no solo tener un escaparate bonito, sino en conseguir atraer clientes y, en definitiva, vender. 

Tu nueva página web puede tener un sinfín de herramientas, pero el factor humano juega un papel muy importante. Alguien tiene que crear productos, mantener los textos, las imágenes, hacer las ofertas y/o cambiar los productos de categorías.  Alguien tiene que generar contenido nuevo, hacer bidireccionalidad y publicarlos en todos los medios posibles. Normalmente esta tarea, se suele dejar en manos de técnicos, bien informáticos, bien diseñadores o Community Managers, pero mi experiencia me dice que si el propietario del negocio, gerente o responsable del proyecto no está concienciado y no aporta valor al proyecto, nunca funcionará.

Nadie como el propio dueño del negocio podrá crear contenidos, nadie como el gestor de la empresa, sabrá qué precio establecer en sus artículos o bien qué ofertas puede hacer esta semana al haber conseguido comprar a buen precio una categoría de productos.

Cuando veo un tipo de comportamientos dinámico, ambicioso y esperanzado en mis clientes potenciales, es cuando acometo proyectos de transformación digital; y si por el contrario, cuando veo al cliente escaso de motivación o con falta de tiempo para dedicarle a su propio proyecto, soy el primero que le digo “yo esta web no te la hago”  porque fracasará con el paso de tiempo, bien por la saturación que supone mantener día tras día un sistema de comercio electrónico, bien porque verá que no recibe tanto pedidos como creía que iba recibir o bien porque considera que el consultor le ha “vendido la moto” con una web nueva sobre la que no tiene el ROI esperado.

 

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