La tecnología como primer paso para el éxito empresarial

La Tecnología: primer paso para alcanzar el éxito

La Tecnología: primer paso para alcanzar el éxito

Cuando hablamos de transformación digital es bastante habitual implantar nuevos modelos en la gestión de procesos e incluso instalar algún nuevo software en nuestras empresas que nos permitan evolucionar, competir y en definitiva vender más. ¿Cuándo se deben acometer o no nuevos proyectos de índole tecnológica?

La tecnología es el factor más importante de éxito en las PYMEs, la forma más inmediata de conseguir una ventaja competitiva (Simon, 1996 en Yeh-Yun, 1998)

Un nuevo software o un nuevo módulo en nuestro programa de gestión que nos permita, pulsando un botón, generar los pedidos de compra, y enviarlos por email a los proveedores de todos los productos que tengan un stock bajo mínimo y cuyas ventas medias en meses anteriores superan el stock mínimo más el stock pendiente de llegar y enviarlos solamente a los proveedores que nos hayan facilitado el mejor precio, por ejemplo, en los dos últimos meses, podría hacernos ganar varias horas de nuestro tiempo y no cometer errores de ningún tipo al ser un proceso automatizado.  

Sea una necesidad tecnológica simple o la generación de una intranet corporativa con numerosas funciones; son acciones que van precedidas de un proyecto el cual tiene como objetivo describir la solución al problema planteado existente dentro de la organización. Cualquiera que sea la necesidad tecnológica, tiene que haber un proyecto y debe evaluarse coherentemente para conseguir disponer de los recursos adecuados y en donde los responsables de la organización juegan un papel fundamental de éxito o fracaso de su puesta en marcha.

Dicho de otra manera, no es posible generar un proyecto exitoso, si éste no es capaz de resolver una necesidad concreta y no cuenta con el apoyo por parte de las personas a las que va dirigida.

Por lo tanto, es muy importante NO implantar nueva tecnología si no se tiene un plan estratégico y compromiso ya que entonces será considerado como un gasto y no una inversión.

Sobre proyectos buenos y proyectos malos (Gastos o Inversión)

Existen múltiples factores por lo que un proyecto puede ser considerado bueno o malo, pero para resumir si un proyecto no es aceptado por aquéllos que lo han solicitado puede ser considerado como un proyecto malo. Esto parece algo baladí, pero pondremos un ejemplo que se estudia en todas las Escuelas de Negocio:

El edificio de la Ópera de Sidney (1957) en nuestros días es considerado como una de las obras maestras de la arquitectura del siglo XX.

Este emblemático edificio fue inaugurado el 20 de octubre de 1973 por la reina Isabel II pero su diseñador y arquitecto Jørn Utzon no pudo escuchar los coros de la novena sinfonía de Beethoven durante el concierto inaugural porque ni siquiera fue invitado a la ceremonia. Los retrasos y los sobrecostes acumulados en las distintas fases del proyecto acabaron minando la confianza que había entre los ciudadanos, los políticos y el autor de la obra.

El edificio es en la actualidad, Patrimonio de la Humanidad y se ha convertido en un símbolo, no sólo de la ciudad que lo alberga, sino de todo un país y su continente.

Las causas del éxito o fracaso de un proyecto pueden ser múltiples y de diversa naturaleza. Por ejemplo un cambio tecnológico importante puede transformar un proyecto rentable en un proyecto fracasado, pero por otro lado, es difícil imaginar un escenario para una empresa que quiera ser más competitiva si mantiene software de los años 90 en MS-DOS.

“Toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores (Thomas Alva Edison)”

Miguel Angel García
​​IT Consultant & M.B.A. SCRUM Manager, ITIL Expert, Team Leader
magarcia@extremanet.com
Twitter: @miguelagg

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